miércoles, 24 de octubre de 2018

El poder de los colores en la mente.

Blanco: El blanco representa un nuevo comienzo, ligereza, perfección, pureza, paz, inocencia, etc.

En los hospitales el blanco es uno de los colores predominantes, es aséptico y transmite calma. Las camisas blancas se utilizan para crear una buena impresión. Es un color inmaculado e imparcial. Lo blanco es neutral y limpio.

Un folio en blanco nos abre la puerta a un mundo lleno de posibilidades, pero también puede darnos cierta sensación de angustia si no sabemos cómo emplearlo. Expresiones como poner “la mente en blanco” o quedarse “en blanco” en un examen son bastante explicativas.

Amarillo: Está vinculado a conceptos positivos como optimismo, juventud, confianza y creatividad. Siempre pintamos las caritas sonrientes de amarillo y raramente nos vestiríamos de amarillo un día triste. Es el color del sol, el oro o de animales tan simpáticos como las jirafas o los pollitos.

No obstante, el amarillo es un color contradictorio. Está relacionado con la traición, la codicia, las mentiras, la locura o las advertencias. También se ha relacionado el color amarillo con colectivos que han sido excluidos como judíos, prostitutas o madres solteras. Cabe destacar que en China es el color más valorado y prácticamente carece de significados negativos allí.

Naranja: Capta inmediatamente la atención. Este color se encuentra en varias frutas y verduras, el atardecer y también nos resulta muy llamativo en los pelirrojos. Muchas de las cosas que describimos como “rojas” son naranjas en realidad, como el fuego o los tejados. Según la psicología del color, el naranja representa extravagancia, energía, la transformación y lo singular.

Rojo: El color más apasionado, nos alarma y capta nuestra atención de inmediato. Según la psicología del color, el rojo se vincula al amor, la sangre, la alegría, los suspensos, la cercanía, la guerra o lo prohibido. Aparece sin cesar en las señales de tráfico, los precios en las rebajas o la comida. Es el color de la urgencia.

Es imposible que pase desapercibido, no podemos evitar fijarnos en una marca de pintalabios o en las correcciones que nos hacen en una tarea. Si deseas mandar un mensaje infalible o que te miren, utiliza el rojo. Por cierto, vestir de este color atrae más miradas y tiene efectos sobre la atracción sexual.

Rosa: Representa dulzura, feminidad, delicadeza, encanto, sensibilidad, cortesía, ilusión, erotismo, etc. Puede ser infantil al vincularse con la niñez y la inocencia. Pero también adquiere matices subidos de tono al ser el color del desnudo (en nuestra cultura).

El color rosa es adorado por un gran número de personas que compran todo lo que pueden de este color y detestado por otras que lo tachan de irritante, sexista o cursi. El rosa que más críticas recibe es el fucsia, por ser asociado a productos baratos y horteras.

Morado: Color inusual y enigmático. Según la psicología del color, el morado está ligado al mundo del lujo, la religión y la sexualidad. Los objetos morados tienen un aura ambivalente y atractiva. No es un color muy frecuente en la naturaleza y destaca sobre el resto si es utilizado correctamente.

Ha sido relacionado con la homosexualidad y adoptado por el feminismo. Refleja nostalgia, fantasía, banalidad, ambición, vanidad, inconstancia, etc. Como podemos observar, es un color con múltiples significados ambiguos que puede tener mucho potencial si queremos usarlo de forma creativa.

Azul: El que más personas nombran como su favorito. Según la psicología del color, el azul simboliza armonía, fidelidad, simpatía, paz, serenidad, confianza, honestidad, comunicación, etc. No nos debe extrañar que varias redes sociales (y todo tipo de corporaciones) lo empleen en sus logos.

Pero no todo son ventajas, el color azul también parece frío y distante. Es totalmente inapropiado para la comida, nos hace sospechar. La mayoría de la gente no desea enfrentarse a un plato de puré azul. Aún así, sigue siendo idóneo para muchos usos, como pintar una habitación de un tono relajante.

Verde: Nos recuerda a la hierba, la juventud, la esperanza, la salud, la fertilidad, el dinero, etc. Según la psicología del color, el verde es fresco y armonioso, evoca momentos de paz, juventud y tranquilidad. Las personas con conciencia ambiental se denominan “verdes”.

Aunque no es un color completamente inocente, da lugar a los “chistes verdes” y se asocia al veneno. No es agradable que nos “pongan verdes”, pero en general, la mayoría de sus significados son realmente positivos.

Marrón: Representa pereza, vagancia, suciedad, vulgaridad o fealdad. Puede parecer soso y anticuado. Además, expresiones como “comerse un marrón” no ayudan a que nos guste más. El marrón es uno de los colores menos apreciados.

No obstante, también es el color de la madera y el otoño, nos recuerda a hogares resistentes, cálidos y agradables. También se encuentra en alimentos como el chocolate y tener un tono bronceado es muy valorado actualmente. El marrón es un color que tiene una gran presencia a nuestro alrededor y despierta múltiples asociaciones.

Gris: Simboliza principalmente la vejez y la sobriedad. Puede ser oscuro, mediocre y anodino o encubrir secretos como la “literatura gris”, las “zonas grises” o las “eminencias grises”. Por otra parte, el gris también nos recuerda a la “materia gris” o a la elegancia en la moda.

Negro: Al igual que el color blanco, existe un debate abierto sobre si el negro realmente es un color. Según la psicología del color, el negro está muy relacionado con el mundo de la noche, el poder y la muerte. Representa negación, misterio, luto, odio, crueldad, etc. La gente asocia los gatos negros con la mala suerte y nadie quiere tener un día negro. Es el final, un remate pesado y violento.

No obstante, el negro es un color elemental en cualquier armario y nos rodea por todas partes. Es funcional y muy útil para ir a una fiesta de noche o parecer más elegante en una ocasión que requiera sobriedad.

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¿Interesante no? Juega con los colores y úsalos para tu conveniencia ;) 


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